Presentamos el Informe Barómetro 2023 sobre percepciones y actitudes hacia la población de origen extranjero. Los Barómetros 2021 y 2022 se realizaron en contextos excepcionales, como la pandemia por la COVID-19 y la crisis de la población refugiada ucraniana, lo que hizo que la sociedad vasca respondiese con una actitud más inclusiva y tolerante. Sin embargo, una vez que ha desaparecido la emergencia social, esas actitudes de la población vasca vuelven a valores previos a 2021.
Resumen de resultados
Conclusiones
- La sociedad vasca tiene problemas importantes, fundamentalmente de índole económica, y entre ellos no está la cuestión migratoria: nunca ha sido percibida como un problema y tampoco lo es ahora, en 2023.
- El nivel de tolerancia que tiene la población vasca hacia las personas de origen extranjero, que resume sus actitudes y posiciones hacia ellas, ha vuelto a los valores de 2021, una vez estabilizada la demanda de asilo de personas ucranianas. El valor de 66,36 puntos expresa esa vuelta a posiciones más lógicas.
- Las mayores preocupaciones de la sociedad vasca siguen girando en torno a las amenazas hacia nuestro estado de bienestar, que se hacen patentes en los prejuicios o “rumores” dominantes. Aun con todo ello, la sociedad vasca rechaza un sistema de protección social únicamente para las personas autóctonas. Considera que tanto la educación pública como la sanidad son derechos universales para todas las personas.
- Observamos una tendencia positiva en relación a la presencia de estereotipos falsos y negativos hacia la inmigración extranjera: son más las personas que los rechazan que quienes están de acuerdo con estos.
- Si bien los datos mejoran año a año, las cifras siguen reflejando la estigmatización de ciertos colectivos de personas de origen extranjero, principalmente las procedentes de Marruecos, Argelia o Magreb en general, que siguen despertando menor simpatía y más recelos en la convivencia diaria. La confianza hacia el islam mejora, pero tampoco es alta.
- La sociedad vasca es cada vez más consciente de que la cuestión migratoria es un proceso social estructural dentro de una dinámica más global. Los datos parecen indicar que está interiorizando que todas las personas que residimos en la CAE, de una manera u otra, podemos aportar a nuestro bienestar y que avanzar en el establecimiento de los mecanismos que permitan la participación real de todas las personas en el marco de nuestro estado de derecho, que es el que establece nuestros derechos y obligaciones.
Índice de tolerancia
Una vez que ha desaparecido la emergencia social por la cronificación de la guerra en Ucrania y por la estabilización de la demanda de asilo, las posiciones de la población vasca en relación a sus actitudes y percepciones hacia las personas de origen extranjero vuelven a niveles de 2021.